miércoles, 29 de noviembre de 2017

THE LAST GUARDIAN


Imaginen que están caminando por el bosque, uno tan espeso que sólo en ocasiones puedes sentir los rayos del sol calentando tu rostro. La sensación de tus pies cambia conforme cambias de pasto a tierra roja, pasando ocasionalmente por un riachuelo.
Puedes ver a lo lejos ruinas, vestigios de una civilización que ya no es. Hacia el lado izquierdo del camino se puede ver un abismo, tan profundo que no deja pasar la luz. Te acercas para comprender mejor la magnitud de lo que pudiera ser la caída pero eres recibido por una fuerte corriente de aire que te hace retroceder. El miedo te hace regresar al camino y decides adentrarte a las ruinas, mientras sientes como la tierra tiembla a tu paso.

Dentro de estas ruinas sientes frío y miedo pero nunca soledad, atraviesas umbrales de piedra con inscripciones grabadas hace años en un idioma desconocido. A tus pies ver marcas brillantes, marcándote el camino que debes de seguir. Al entrar a una lúgubre habitación, ves al fondo del cuarto una armadura, cubierta por polvo, telarañas y demás evidencias del tiempo transcurrido. Después de todo eres un niño, así que te acercas llevado por tu curiosidad, a pesar de que todos tus instintos te dicen lo contrario.

Estiras tu mano para sentir la textura de la armadura y esta cobra vida, su cuerpo y ojos se llenan de un fulgor azul y sientes su mirada amenazante. Entonces te das cuenta de la presencia de 3 armaduras más que se dirigen hacia ti, con los brazos extendidos para llevarte con ellos. Corres pero uno de ellos te agarra y se dispone a llevarte a una puerta que acaba de abrirse. El pánico se apodera de ti mientras luchas por liberarte y entonces gritas algo, su nombre: Trico.

Trico, la bestia alada que te ha acompañado todo el viaje, se lanza sobre tus atacantes y uno a uno los hace pedazos, los ojos de Trico son rojos, llenos de furia, gruñe con cada golpe que lanza. Logras liberarte de tu atacante y corres hacia él, al tiempo que se deshace del último Yoroi.

Subes a su lomo para tratar de calmarlo, haces que se relaje mientras frotas su plumaje y entonces el color de sus ojos vuelve a la normalidad. Ahora montado en Trico, avanzan hacia lo que parece una salida pero se detienen al llegar. Es un precipicio, puedes ver una torre a la distancia pero es imposible llegar de un salto, tendrán que regresar sobre sus pasos para encontrar otra salida, pero al girar, unos 30 Yorois están detrás de ustedes, armados esta vez, preparados para la batalla.

Sin otra opción, corres con Trico hacia el abismo, con la esperanza de que la caída no sea grave, pero al momento en el que las patas de Trico dejan de tocar el piso, un par de alas escondidas hasta entonces se extienden y ahora está volando, sientes el viento en tu cara y no puedes contener tu emoción, gritas mientras Trico aulla al volar hacia el horizonte y entonces sabes que tu aventura apenas comienza.

The Last Guardian fue una de las grandes sorpresas para el PS4 el año pasado. Un juego de Fumito Ueda, creador de Ico y Shadow of the Colossus; el cual pasó por varios años de desarrollo, al punto en el que ya habíamos perdido las esperanzas. El juego no decepcionó y además nos entregó una banda sonora sublime, a cargo de Takeshi Furukawa.

Furukawa logró crear un soundtrack que nos transmite todas las sensaciones que el juego en sí provocó. Ese sentido de inmensidad en un mundo hermoso, lleno de secretos, de aventuras y peligros. A diferencia de otros scores de videojuegos, la música de The Last Guardian contiene piezas que trascienden pos sí mismas, no son melodías genéricas para indicarnos cuándo sentir terror, alegría o adrenalina. Esto es gracias a una gran orquesta sinfónica que estuvo bajo las órdenes de Furukawa.

Comienzan con tracks muy minimalistas, salidos de la inmensidad del bosque, conforme nuestra aventura avanza, el score comienza a abrir sus alas y mostrarnos su verdadero potencial, haciéndonos recordar los grandes momentos del juego, como cuando Trico abrió sus alas pro primera vez ante el peligro de un puente colapsándose. Para cuando llegamos al final de sus 19 tracks, tenemos un soundtrack imponente, poderoso tanto en sus melodías como en los parajes a los que nos transporta.

Si después de leer esta extensa cuasi reseña les interesa adquirirlo, actualmente lo pueden conseguir en formato de vinil a través de iam8bit  (iam8bit.com), tienda especializada en productos de colección, entre ellos, una gran cantidad de soundtracks de videojuegos. Su precio es de 35 dólares, lo cuál en pesos serían unos 800 pesos aprox. Si está en su presupuesto y no temen a las compras por internet, no duden en adquirirlo, éxito garantizado.



Les comparto también un link de Youtube con un featurette de Sony sobre la realización del soundtrack:



EN UNA PALABRA: IMPONENTE












jueves, 19 de febrero de 2015

CUANDO EL SUPER HÉROE QUIERE HACER TEATRO...

Aún para los retractores de Alejandro González Iñarritu (me incluyo en este grupo), Birdman o la inesperada virtud de la ignorancia fue una grata sorpresa en el 2014; con un trabajo sobresaliente en cada departamento que quisiéramos analizar.

Una sólida actuación por parte del protagonista, lo cual nos demuestra sin lugar a dudas que Michael Keaton es en verdad Bat...Birdman.

Con fotografía soberbia, llena de planos secuencia (lamento decirles esto, pero la pelicula NO está hecha en una sola toma) que nos sumerge en el mundo del teatro, retratado de manera genial por un maestro del cine como Emmanuel "Chivo" Lubeski, cuyo trabajo se ve complementado por un gran trabajo de montaje.

Y no podemos dejar de mencionar el aspecto musical, de no ser así, esta reseña no tendría ningún sentido.
Antonio Sánchez (1971) es un reconocido baterista dentro del mundo del jazz, con varios proyectos como solista, siendo Birdman su primer acercamiento al cine.

El score; compuesto únicamente a base de batería, logra lo que muchos scores de grandes producciones de Hollywood no; formar parte del film, no robarle atención a la imagen sino coexistir de manera armoniosa para que nosotros como espectadores no prestemos demasiada atención a un aspecto en específico sino que seamos receptores de una obra conjunta.
Desde el inicio del film, el score se siente realmente como parte de la película, la cual al desarrollarse casi por completo en el interior de un teatro, asumes que es parte de los ensayos de la obra What We Talk About When We Talk About Love, supongo que ese era el objetivo del director al trabajar con Antonio Sánchez, hacer que la música se sintiera como si estuvieras dentro de algún ensayo de Broadway.

Es así como a lo largo 16 tracks compuestos específicamente para el film, Sánchez nos entrega piezas que van creciendo conforme la psique de Riggan Thomson va deteriorándose acto tras acto.
En los tracks iniciales, Sánchez nos da pequeñas muestras de lo que está por venir, aumentando el ritmo hasta que de repente termina el track y pasas al siguiente, dejándote con ganas de destruir tu reproductor.

Y es ahí donde vemos la virtud de este OST, te da muestras rítmicas de lo que está por venir y te permite darle el cierre que desees, deja el camino para la improvisación.

El álbum también presenta unas cuantas melodías clásicas, de grandes compositores como lo fueron Gustav Mahler (1860-1911), Tchaikovsky (1840-1893) y Maurice Ravel (1875-1937) entre otros; compositores que se encuentran entre los favoritos del realizador mexicano.
 Aunque es un álbum que debe de escucharse de principio a fin para poder comprender su nivel de belleza y de complejidad, sobresalen los siguientes tracks:
Get Ready, Doors and Distance, Internal War y The Anxious Battle for Sanity.

Se puede encontrar fácilmente en cualquier tienda de música digital, pero si son como yo y creen en el poder de la música física, se encuentra en una que otra tienda especializada, de esas con fachada metálica y letras amarillas por un precio de $300.00 aprox.

EL ÁLBUM EN UNA PALABRA: HIPNÓTICO.








miércoles, 12 de junio de 2013

THE LAST OF US

2013 Será recordado por todos los gamers como un período de transición, el inicio consolas de nueva generación, que poco a poco harán a un lado a sus predecesores. Pero antes de que PS4 llegue a tomar el poder, PS3 se prepara para dar sus últimos golpes, con títulos que prometen consagrarse en la vitrina de la inmortalidad: The Last of Us y Beyond: Two Souls. 

The Last of Us es un juego cuyo género ha sido nombrado por muchos como Survival Horror (las referencias más claras son Alone in the Dark, Resident Evil y Silent Hill), aunque sus creadores, los genios de Naughty Dog y responsables por las sagas de Crash Bandicoot y Uncharted lo han definido únicamente como Survival.

La trama del juego es la siguiente: en Estados Unidos (¿en el resto del mundo también?) se desata una pandemia causada por un hongo conocido como Cordyceps, el cual transforma a la gente infectada en seres agresivos y en su etapa más avanzada, su rostro está lleno de hongos, a tal grado que se vuelven ciegos y se basan sólo en su oído para atraparte.

En este mundo post apocalíptico, conoceremos a Joel, un hombre que vivió el surgimiento de la infección y a Elly, una adolescente de 14 años, a la cual Joel debe de llevar del punto A al B, atravesando el país. Si tienen más preguntas respecto a la trama, les recomiendo adquirir el juego, valdrá cada centavo invertido.

Ahora, dejando en claro la historia, hay un acompañante más en la travesía de este par, me refiero a la increíble música de Gustavo Santaolalla (1951), la cual se vuelve un personaje más en la historia, es la curiosidad que le causa a Elly el mundo exterior, es la desesperación de Joel al ver  el salvajismo de la raza humana y es la soledad que los rodea mientras recorren ciudades que ya no les pertenecen.

Los tracks son minimalistas, dejando en su mayoría que la guitarra nos cuente la historia, son temas cortos pero cargados de depresión y desesperanza; composiciones perfectas para cuando nos encontremos vagando por un mundo sin vida como en The Road, obra de Cormac McCarthy y referencia directa para los diseñadores de Naughty Dog. 

Ayer iba camino a casa y tenía en el ipod este score, entonces eso causó que comenzara a imaginarme cómo sería estar en una situación así, en la que cada decisión es de vida o muerte, además de que el mood del día se prestaba perfectamente, nublado, algunas gotas de lluvia y la mano de Santaolalla haciendo sonar a su guitarra. Increíble. 

Los mejores tracks: The Last of Us, Smugglers, The Last of Us (Goodnight) y Returnig.

Desconozco si se podrá adquirir en formato físico, pero supongo que estará disponible en la PSN por un precio aprox. de $10 USD, pero nada más porque me caen bien y llevaba un rato sin aparecerme, aquí les dejo el link de descarga: http://download-soundtracks.com/game_sountdtracks/the-last-of-us-soundtrack-by-gustavo-santaolalla/

Es un buen material si te gustan los arreglos sencillos pero cargados de emotividad como a mi, ya que son estos scores los que se desprenden de su contraparte visual y crean un legado por sí mismos. Santaolalla ha demostrado que es un maestro en un gran número de ocasiones, y ahora nos ha probado que su maestría se puede extender hacia el mundo de los videojuegos, esperemos escuchar más de él en el universo de los pixeles.

* Y si les causa curiosidad, dejo un video del making of con entrevista a Gustavo Santaolalla:



EN UNA PALABRA: ENTRISTECEDOR.



martes, 5 de febrero de 2013

DJANGO UNCHAINED


Quentin Tarantino es un hombre de influencias, debido a su tiempo trabajando en un video club, donde tuvo la oportunidad de empaparse de varios estilos cinematográficos. 
Siempre he pensado que Quentin tiene un excelente oído musical y con cada film que realiza, no dejo de preguntarme porque demonios no decide crear un score original para sus películas. 

Conozco la historia de que quiso que Ennio Morricone (1928) compusiera algunos tracks para Kill Bill Vol. 1 pero se negó y entonces Quentin utilizó composiciones de filmes anteriores en los que había participado Ennio, lo mismo se repitió con Inglorious Basterds pero para Django Unchained lo consiguió.

Django Unchained comienza con un extracto del filme, en el cual nos presenta por primera vez al personaje de Christoph Waltz, Dr. Schultz y a partir de ahí comienza el repertorio musical proveniente de la colección de viniles de Quentin, con todo y el sonido de la aguja rasgando el disco.
Y así escuchamos "DJango", composición del maestro Luis Bacalov (1933), tema compuesto para el filme homónimo de 1985.

El mood del álbum es muy bueno, a través de las canciones somos capaces de sentir el dolor que caracterizaba aquel capítulo oscuro en la historia de Estados Unidos y en gran parte del mundo.

 “100 Black Coffins” canción original, se siente como la más floja del álbum, obviamente el rap contrasta con los demás tracks relacionados de alguna manera con el género western; quizá fue un capricho del director por incluir algo contemporáneo o quizá por hacerle el favor a su protagonista Jamie Foxx, quien escribió dicha canción; otros tracks compuestos exclusivamente para el film fueron “Who did that to you” por John Legend (1978), “Freedom”, escrita por Anthony Hamilton (1971) y Elayna Boynton y por último Ennio Morricone compuso “Ancora Qui”, interpretada por Elisa (1977).

Además de Luis Bacalov, los amantes de los scores podrán encontrar a Ennio Morricone – “The Braying Mule”, “Sister Sara´s Theme” y “Un Monumento” – y al genial Jerry Goldsmith (1929-2004) –“Nicaragua” -; el sólo hecho de tener a estos tres grandes en un mismo álbum vale cada peso gastado.

Es así como Quentin Tarantino nos vuelve a demostrar un oído entrenado, que sabe exactamente qué es lo que necesita una escena para volverla innolvidable, entre canciones con un fuerte sentimiento western y fragmentos clave de este film lleno de sangre, venganza y racismo.



EN UNA PALABRA: TARANTINESCOH (LA "H" ES MUDA).