Imaginen que están caminando por el bosque, uno tan espeso que sólo en ocasiones puedes sentir los rayos del sol calentando tu rostro. La sensación de tus pies cambia conforme cambias de pasto a tierra roja, pasando ocasionalmente por un riachuelo.
Puedes ver a lo lejos ruinas, vestigios de una civilización que ya no es. Hacia el lado izquierdo del camino se puede ver un abismo, tan profundo que no deja pasar la luz. Te acercas para comprender mejor la magnitud de lo que pudiera ser la caída pero eres recibido por una fuerte corriente de aire que te hace retroceder. El miedo te hace regresar al camino y decides adentrarte a las ruinas, mientras sientes como la tierra tiembla a tu paso.
Dentro de estas ruinas sientes frío y miedo pero nunca soledad, atraviesas umbrales de piedra con inscripciones grabadas hace años en un idioma desconocido. A tus pies ver marcas brillantes, marcándote el camino que debes de seguir. Al entrar a una lúgubre habitación, ves al fondo del cuarto una armadura, cubierta por polvo, telarañas y demás evidencias del tiempo transcurrido. Después de todo eres un niño, así que te acercas llevado por tu curiosidad, a pesar de que todos tus instintos te dicen lo contrario.
Estiras tu mano para sentir la textura de la armadura y esta cobra vida, su cuerpo y ojos se llenan de un fulgor azul y sientes su mirada amenazante. Entonces te das cuenta de la presencia de 3 armaduras más que se dirigen hacia ti, con los brazos extendidos para llevarte con ellos. Corres pero uno de ellos te agarra y se dispone a llevarte a una puerta que acaba de abrirse. El pánico se apodera de ti mientras luchas por liberarte y entonces gritas algo, su nombre: Trico.
Trico, la bestia alada que te ha acompañado todo el viaje, se lanza sobre tus atacantes y uno a uno los hace pedazos, los ojos de Trico son rojos, llenos de furia, gruñe con cada golpe que lanza. Logras liberarte de tu atacante y corres hacia él, al tiempo que se deshace del último Yoroi.
Subes a su lomo para tratar de calmarlo, haces que se relaje mientras frotas su plumaje y entonces el color de sus ojos vuelve a la normalidad. Ahora montado en Trico, avanzan hacia lo que parece una salida pero se detienen al llegar. Es un precipicio, puedes ver una torre a la distancia pero es imposible llegar de un salto, tendrán que regresar sobre sus pasos para encontrar otra salida, pero al girar, unos 30 Yorois están detrás de ustedes, armados esta vez, preparados para la batalla.
Sin otra opción, corres con Trico hacia el abismo, con la esperanza de que la caída no sea grave, pero al momento en el que las patas de Trico dejan de tocar el piso, un par de alas escondidas hasta entonces se extienden y ahora está volando, sientes el viento en tu cara y no puedes contener tu emoción, gritas mientras Trico aulla al volar hacia el horizonte y entonces sabes que tu aventura apenas comienza.
The Last Guardian fue una de las grandes sorpresas para el PS4 el año pasado. Un juego de Fumito Ueda, creador de Ico y Shadow of the Colossus; el cual pasó por varios años de desarrollo, al punto en el que ya habíamos perdido las esperanzas. El juego no decepcionó y además nos entregó una banda sonora sublime, a cargo de Takeshi Furukawa.
Furukawa logró crear un soundtrack que nos transmite todas las sensaciones que el juego en sí provocó. Ese sentido de inmensidad en un mundo hermoso, lleno de secretos, de aventuras y peligros. A diferencia de otros scores de videojuegos, la música de The Last Guardian contiene piezas que trascienden pos sí mismas, no son melodías genéricas para indicarnos cuándo sentir terror, alegría o adrenalina. Esto es gracias a una gran orquesta sinfónica que estuvo bajo las órdenes de Furukawa.
Comienzan con tracks muy minimalistas, salidos de la inmensidad del bosque, conforme nuestra aventura avanza, el score comienza a abrir sus alas y mostrarnos su verdadero potencial, haciéndonos recordar los grandes momentos del juego, como cuando Trico abrió sus alas pro primera vez ante el peligro de un puente colapsándose. Para cuando llegamos al final de sus 19 tracks, tenemos un soundtrack imponente, poderoso tanto en sus melodías como en los parajes a los que nos transporta.
Si después de leer esta extensa cuasi reseña les interesa adquirirlo, actualmente lo pueden conseguir en formato de vinil a través de iam8bit (iam8bit.com), tienda especializada en productos de colección, entre ellos, una gran cantidad de soundtracks de videojuegos. Su precio es de 35 dólares, lo cuál en pesos serían unos 800 pesos aprox. Si está en su presupuesto y no temen a las compras por internet, no duden en adquirirlo, éxito garantizado.
Les comparto también un link de Youtube con un featurette de Sony sobre la realización del soundtrack:
EN UNA PALABRA: IMPONENTE